La Juventud Comunista en Canarias denuncia el modelo de ocio y trabajo que promueve la Noche en Blanco. Un espacio creado a gusto de los principales comercios, inmerso a las lógicas de un modelo capitalista de producción tanto cultural como laboral, donde se mantiene una realidad material de explotación laboral y consumo desenfrenado.
Esta precariedad se pone cada vez más de manifiesto en la situación de las trabajadoras del mundo cultural y comercial que hacen frente a irregularidades a nivel laboral como a la hora de percibir los ingresos necesarios para su subsistencia. El 35.4% obtiene solo un quinto de los ingresos, y el 57.6% gana menos de 10.000 euros anuales. La situación es especialmente sangrante para los trabajadores de los comercios, que se encuentran con más horario y más sobrecarga de trabajo sin que, muchas veces, se respete el plus de nocturnidad o las horas correspondientes, mientras las instituciones miran para otro lado.
Sumado a este hecho, la Noche en Blanco presenta enormes problemas de seguridad haciendo que los espacios nocturnos sean muy peligrosos y poco inclusivos para las mujeres, donde se reproducen los roles de género patriarcales y las agresiones sexuales. Felicitamos a la nueva corporación por la implantación de puntos violetas, pero entendemos que estas solo son paliativos para una enfermedad latente. Hacen falta campañas de prevención ante el acoso y las violencias machistas, especialmente de cara a la juventud y mayor formación por parte de las fuerzas de seguridad para actuar. Pero sobre todo hace falta un modelo de ocio que no perpetúe las dinámicas patriarcales.
Por tanto, desde la Juventud Comunista en Canarias llamamos a que se construyan verdaderos espacios de ocio populares y alternativos, que huyan de la socialización basada en el consumismo, el alcohol y las drogas, y que estén libres de machismo y explotación laboral.