El agua y su ciclo no son objeto de mercado, son bienes de todo el planeta ¡Paremos la privatización del agua!
Hoy 22 de marzo es el Día Internacional del Agua. Una fecha señalada en la que el capitalismo verde financiará reportajes en todas las televisiones y radios del mundo para incidir en lo fundamental que es reducir el gasto de este recurso a través de pequeños gestos. Nos recordarán la cifra de 800 millones de personas sin acceso a agua potable para luego culpabilizarnos diciéndonos que la solución la tenemos nosotras, las clases populares, porque, en definitiva, estamos gastando por encima de nuestras posibilidades.
Nada más lejos de la realidad. Desde la UJCE queremos poner de manifiesto y denunciar el absurdo y la mentira que se esconde tras la premisa de los pequeños gestos pueden solucionarlo todo. Es la gestión interesada de un recurso indispensable para las sociedades y los ecosistemas el que pone en jaque la viabilidad a largo plazo de reservas de agua de calidad.
La situación de sequía que vive nuestro país, aliviada pero no solucionada gracias a las lluvias de las últimas semanas, no es algo puntual, sino crónico: en las últimas dos décadas ha llovido un 14% menos en comparación con la serie histórica iniciada en 1940, y se estima que se reduzca otro 20% en los próximos años. A su vez, existe un aumento de la temperatura media de 1.5 grados desde 1970. Las tendencias son claras: el cambio climático ya está aquí y nos toca disponer de menos agua y mayores temperaturas. Mientras esto ocurre, el consumo urbano de agua es solo el 15% del total, con una tasa de retorno muy elevada. Es la agricultura, y en concreto el regadío, el sector que acumula el 82% del gasto total. Un uso completamente irresponsable del regadío acompañado de una distribución y gestión del agua nefasta a nivel estatal marcada por el beneficio económico cortoplacista de una minoría de propietarios de tierras e intereses políticos puramente electoralistas. Una política ciega a la realidad que espera aumentar un 10% el consumo de agua en el mismo periodo en que ya sabemos van a disminuir las aportaciones en un 20%.
Desde la UJCE queremos romper esta dinámica que amenaza la sostenibilidad de un recurso tan elemental como el agua y pone en riesgo la sustentabilidad a largo plazo de nuestro pueblo. A continuación proponemos un breve decálogo de medidas urgentes que deberían acometerse lo más rápidamente posible para revertir esta situación:
-Aumento del reciclaje de las aguas residuales de los procesos industriales. Reducción de la cantidad de agua total consumida y disminución de la contaminación.
–Apuesta por una modernización de todos los sistemas de regadío. No es aceptable que se sigan utilizando medios de riego ineficientes por la negativa de los productores a reinvertir ganancias. El agua es un recurso que nos pertenece a todos, y como tal ha de ser tratado.
-Racionalización del uso del regadío. Es totalmente inviable que las regiones con menos precipitaciones sean las que más superficie de riego tienen. Y esto es debido únicamente a la mentalidad burguesa de obtener más beneficios por encima del interés general. Por este motivo la única vía es la planificación de la producción agraria, utilizando cultivos adaptados al clima de la .
-Reducción del agua trasvasada de unas cuencas a otras. En consonancia con el punto anterior debemos limitar el uso de trasvases, en pos de una reducción de pérdidas de agua y una mayor eficiencia energética. Los trasvases deben ser utilizados únicamente como medio para suplir la escasez en periodos de sequía y no ser un elemento de uso cotidiano.