Hoy, 30 de mayo, volvemos a ver como se pretende reducir nuestro sentir, identidad y necesidades particulares como comunidad a meras reivindicaciones folklóricas que ocultan los principales problemas de las clases populares y, en concreto, de la clase obrera canaria.
Desde el Partido Comunista de Canarias y la Juventud Comunista en Canarias rechazamos tajantemente la reducción de nuestra realidad a celebraciones folklóricas monopolizadas por un nacionalismo burgués, dependiente y servil, que ha llevado la situación de nuestras islas a la precariedad, explotación y miseria generalizada, a centrar nuestra economía al monocultivo turístico, perdiendo todo lo poco que teníamos de soberanía por el camino. Tenemos los segundos salarios más bajos de España, y los más bajos para mujeres y jóvenes. La pobreza afecta al 36% de los canarios. Estamos sumidos en los más altos niveles de desempleo, con municipios con las tasas más altas de toda España. Hoy no tenemos nada que celebrar.
Frente a esto, seguimos defendiendo a Canarias como proyecto unificado, sin pleitos insulares, ni intentos de dividir a la clase obrera canaria. Defendemos reivindicar nuestra identidad como pueblo, pero alejándonos de cualquier visión folklórica que sirva de tapadera de los intereses de la oligarquía canaria. Entendemos que el verdadero Día de Canarias está por llegar, cuando haya un país al servicio de la clase trabajadora y donde no haya discriminación territorial. Solo con el socialismo podremos realmente celebrar un Día de Canarias que dignifique la vida frente a la especulación, explotación y dominación del capital.