Esta semana la nueva Ministra de educación ha anunciado que modificará varios artículos de la LOMCE de forma ‘’urgente’’.
En concreto, los artículos referidos a la gobernación del centro (122,127 y 135) y que actualmente dejan al consejo escolar prácticamente sin competencias decisorias. Además, se va a revertir el decreto de medidas urgentes de racionalización del gasto educativo, así como se elimina la asignatura de religión del cálculo de la nota media creando una asignatura obligatoria de valores cívicos y éticos.
En la línea de los análisis que ya hemos expuesto repetidamente en la UJCE, el PSOE pretende cerrar la crisis de régimen dulcificando y apaciguando el conflicto social mediante reformas que, si bien desahogan levemente el trabajo docente y, simbólicamente, miran hacia una educación más progresista, son insustanciales y no revierten el proceso de recorte y desmantelación de la educación pública bajo el pretexto del poco apoyo parlamentario, no haciendo frente a los problemas reales de las estudiantes de clase trabajadora.
Este anuncio supone que se mantendrá la LOMCE prácticamente en su totalidad hasta 2020 con contenidos que podrían ser incluidos como los que ya se pactaron entre el ministerio de defensa y de educación del PP de ensalzamiento del militarismo y los símbolos nacionales. Además, si bien la disminución de las ratios es algo siempre positivo, desde la Juventud Comunista nos preguntamos cómo harán frente a esta medida los centros públicos colapsados y saturados si no aumenta la contratación y la mejora de la infraestructura de centros públicos. Así, las jóvenes comunistas debemos seguir luchando por una mejora de la financiación, derivando progresivamente la partida privado concertada hacia la pública, pues sin presupuestos dignos ninguna medida, por muy simbólica que sea, nos garantizará una educación pública de calidad.
Esta serie de anuncios tienen por parte del PSOE una clara finalidad, y es la de rebajar el nivel reivindicativo del movimiento por la educación pública, llevándolo a posturas pactistas donde los niveles de exigencia en cuanto a una nueva ley educativa que garantice un sistema educativo público, feminista, laico y de acceso universal sean diluidos y con ellos la conflictividad del movimiento por la educación pública construyendo falsos consensos entre el modelo privado y el público.
Desde la UJCE tenemos muy claro que la educación no se debe construir en el término medio entre sectores liberal-conservadores y los defensores de la pública, sino con la absoluta convicción de que la educación es inmanentemente, derecho de todas y cada una de nosotras, y por tanto pública, popular y democrática.
¡Necesitamos otra educación para otra sociedad y otra sociedad para otra educación!
¡Por una educación obrera y popular, ni un paso atrás!