En sus 73 años de historia, la OTAN ha demostrado ser una de las organizaciones criminales con más muertes a sus espaldas en la historia de la humanidad. Nació como una alianza entre el gran capital monopolista norteamericano y el europeo para mantener la tasa de ganancia de estos a través de las ofensivas militares que fuesen necesarias ante cualquier escenario en el que esta se viese amenazada. Todas las intervenciones militares generadas por la gran alianza imperialista desde la caída del bloque del este lo evidencian: Kosovo, Serbia, Montenegro, Afganistán, Libia, Ucrania…
El Estado Español cumple 40 años como miembro de esta alianza. Para la clase trabajadora española, esto fue solo el primer movimiento sólido hacia la integración en una estructura irreformable que hoy en día sigue sepultando su futuro y su soberanía, la Unión Europea, de la que la OTAN es su brazo armado. Gracias a este movimiento, instigado por la misma burguesía española que vendía la imagen de una necesidad de “modernización tras el franquismo”, se facilitó la reconversión industrial, las reformas laborales que generaron que la precariedad sea la norma en 2022 en nuestro país, así como las reformas educativas enfocadas a generar un ejército de mano de obra barata para los intereses de la burguesía europea.
Los días 29 y 30 de este mes de junio los grandes capitalistas de Europa y Estados Unidos se reúnen en Madrid para afianzar su dominio aprovechando la coyuntura positiva para la reactivación de la alianza provocada por la invasión rusa de Ucrania, a través de un férreo despliegue propagandístico. Esto se dará alrededor de varios ejes: el concepto “estratégico” de Madrid, enfocado a apuntalar todavía más la UE fortaleza; así como el lanzamiento del llamado Acelerador de Innovación de Defensa del Atlántico Norte (DIANA), que generará gastos de grandes cantidades de presupuestos públicos para investigación para la industria armamentística que tanto derrame de sangre genera allí donde la OTAN interviene.
Por esa misma razón, y frente a las mentiras de la socialdemocracia y la reacción, las jóvenes comunistas no solo denunciamos el carácter irreformable y criminal de ambas instituciones, sino que aportamos decididamente todo nuestro trabajo a la organización de la contracumbre que tiene lugar en Madrid el fin de semana del 25 y 26 de junio, así como a la movilización del domingo 26 a las 12:00 convocada en Madrid. Como firmes herederas de la lucha contra la OTAN, nos encontrarán luchando codo con codo junto con otras organizaciones hermanas internacionales y con otras fuerzas del país, frente a su represión y su belicismo. No podemos caer solo en señalar y denunciar a la OTAN y la UE, es imprescindible trabajar en la construcción de espacios de poder popular para combatir semejantes instituciones, y luchar tanto por la salida de estas, como por su destrucción.
¡Ni OTAN, ni Bases! ¡Ni Unión Europea, ni Régimen del 78!
¡Ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases!
¡Viva el internacionalismo proletario!