La Unión Europea, una vez más se vuelve a reunir para seguir definiendo y afianzando el marco de trabajo como polo imperialista frente a la creciente amenaza de los BRICS y la Guerra Abierta en el este continental. Como ya sabemos, el Tratado de Maastricht es el gran vínculo que une al gran capital europeo para mantener la tasa de ganancia ante cualquier escenario de amenaza o de oportunidad. Su propia fundación se basa en el acuerdo entre grandes capitalistas para mejorar su posición en el mundo ante las pugnas interimperalistas y garantizar la expansión de la ganancia a costa de la explotación de la clase trabajadora en el continente gracias a la creación de estructuras supraestatales.
El pasado junio, el Estado español cumplía 38 años con la firma del Tratado de admisión en Madrid como país miembro de la Unión Europea. Para la clase trabajadora española, esto fue solo el primer movimiento sólido hacia la integración en una estructura irreformable que hoy en día sigue sepultando su futuro, siendo la OTAN su brazo armado. Este movimiento que fue instigado por la misma burguesía española que vendía la imagen de una necesidad de “modernización tras el franquismo”, se facilitó la reconversión industrial, las reformas laborales que generaron que la precariedad sea la norma en 2023 en nuestro país, así como las reformas educativas enfocadas a generar un ejército de mano de obra para los intereses de la burguesía europea.
La cumbre de la Unión Europea tendrá lugar los días 5 y 6 de octubre de 2023 con sede en Granada con la finalidad de afianzar su dominio, bajo la premisa de construir y expandir un mercado común para la venta de mercancías y la circulación de capital y de fuerza de trabajo apostando por la liberalización del mercado con medidas antagónicas a los intereses de la clase trabajadora. Esta cumbre se celebra en un contexto complejo para la propia Unión Europea, con un socio tradicional como EEUU en clara decadencia en comparación con antaño y con unos BRICS que acaban de ampliar membresía a seis nuevos miembros, y con Rusia y China cobrando un papel importante en los últimos conflictos abiertos en África Occidental. Los oligarcas europeos pretenden contrarrestar esto aprobando la ampliación de su polo a Ucrania, Moldavia, y parte de los Balcanes Occidentales, así como limar asperezas con Turquía dada su posición geoestratégica.
Por todos estos motivos y frente a las mentiras que intenta vendernos la socialdemocracia española y europea, la Juventud Comunista lo tenemos claro: denunciamos el carácter irreformable y criminal de estas instituciones en el camino de la construcción del poder proletario, apostamos por la salida de la Unión Europea y la destrucción de ésta. Solo comprendiendo el carácter de clase del Estado y las estructuras internacionales de la burguesía, seremos realmente capaces de emanciparnos de un capitalismo imperialista que nos aboca a la miseria.
¡Dentro de la UE, no hay solución!
¡Organización de clase contra el Estado burgués!