Una de las bandas más influyentes del rock, padres del “Rock Urbano”, anuncia su despedida tras más de treinta años de discos, directos y compromiso político. La banda se va, en palabras de “Boni”, dejando “huellas imborrables”.Pamplona, abril de 1982, plaza de la Chantrea, un joven llamado Enrique Villarreal sale vestido con una impresionante capa roja y negra desde un ataúd. Era el primer concierto de Barricada y a ese joven se le conocerá durante toda su trayectoria musical como “El Drogas”. Era el comienzo de la banda de Iruña, una de las primeras bandas que se atrevieron a hablar de política de forma clara, referente de bandas de todos los estilos y épocas, creadora de los himnos de diferentes generaciones durante más de tres décadas.
Hoy lamentamos el anuncio de su despedida, tan solo dos años después de la marcha de “El Drogas” con desavenencias con el resto del grupo. Dejan la huella de más de veinte discos publicados entre álbumes de estudio y directos que han sonado durante más de una noche de rock&roll (título de su primer disco) e innumerables giras.
Canciones como “No hay tregua”, “Noche de Rock and Roll”, “En blanco y negro”, “Oveja negra”, “Mañana será igual” y un largo etcétera suenan hoy como melodías inconfundibles para toda aquella persona amante del rock en el Estado Español. Podríamos definir su género como un rock urbano matizado por las diferentes etapas y estilos, que desde el métal hasta los sonidos acústicos han ido marcando su trayectoria musical, hilada con letras cargadas de corazón, compromiso, erotismo, filosofía y en su última etapa, llenas de memoria y dignidad con su álbum “La tierra está sorda”, donde rinden homenaje y dan vida a todas las víctimas silenciadas por los vencedores militares de la Guerra Civil.
A los últimos componentes de la banda, formada por Javier Hernández “Boni” y Alfredo Piedrafita “Alf” a las guitarras, Ibon Sagarna “Ibi” a la batería y Ander Izeta al bajo, hay que sumarles por supuesto la leyenda viva de Enrique Villarreal “El Drogas” al bajo y la voz, José Landa, Mikel Lastrain y Fernando Coronado a la batería y Sergio Oses a la guitarra. Y es que no resulta extraño comprobar el número de componentes si atendemos a la dilatada e intensa historia de la banda, que no conoce ningún festival en el que no haya actuado al menos durante alguna ocasión.
Con la marcha de Barricada se va una de las bandas más respetadas de la escena, y también una de las más combativas en el terreno de la lucha y la justicia social. Hoy no podríamos entender a otros grupos como Reincidentes o Boikot sin la aportación de los navarros. Una trayectoria llena de principios también contra el circo del negocio del rock que tantas veces han coreado en “Lentejuelas”.
Campeones del directo, lo han dado todo en el escenario como si de una banda joven e incipiente se tratara, pero con la madurez musical y escénica que da la experiencia. Treinta años llenando conciertos, de esos en los que sientes tener ante ti la historia viva del rock. El pasado 22 de noviembre dieron el último de ellos. Fue, como no, en Pamplona, la ciudad que les vio nacer, la ciudad a la que le cantan en el directo de “Salud y Rock&Roll” y donde reside el club de sus amores; el Osasuna.
A los que nos quedamos huérfanos de su presencia, nos queda la herencia de sus melodías, pero ante todo, la de su ejemplo. Nos queda agarrarnos y disfrutar del bonus track que supone poder disfrutarlos en sus diferentes proyectos personales, pues a pesar de todo, aunque perdamos su referencia activa y colectiva en el futuro, aún tendremos la oportunidad de cantarles desde la arena aquel estribillo de “Deja que esto no acabe nunca”. Agur Barricada, salud y Rock&Roll.