Desde hace tiempo venimos asistiendo a un proceso de empobrecimiento de la educación pública en nuestra región que nos ha causado enormes dificultades a las estudiantes de clase obrera de Castilla-La Mancha.
Podemos ver que, desde el Gobierno de María Dolores de Cospedal, los ataques a la educación pública han sido constantes y, lejos de revertirse con el actual Ejecutivo de Emiliano García-Page, dichos ataques se han perpetuado y, en ocasiones, acentuado.
Primero, la llegada de Cospedal en 2011 significó la imposición de unas “políticas de austeridad” criminales. Ese año, la educación representaba un 23% sobre el total de gastos presupuestado a nivel regional. Al año siguiente, dicha inversión cayó hasta menos del 19%.
Así, mientras que en 2011 contábamos con una inversión pública en educación de cerca de 2.100.000 millones de euros, en 2015 esta estaba por debajo de los 1.400.000 millones. Un recorte de casi 700.000 millones de euros que se dejó notar en la realidad de los centros educativos de nuestra región.
El Gobierno de García-Page, lejos de volver a los niveles de inversión pre-Cospedal, ha optado por subir levemente la cantidad destinada a educación hasta situarla en unos 1.650.000 millones de euros en 2020. Evidentemente, aunque esto es, de facto, un aumento de la inversión se queda muy lejos de la que teníamos al final de la década de los 2000.
Esta situación se ha dejado notar en los resultados de las estudiantes de clase obrera. En 2018, el abandono escolar temprano se situó en el 20,5%; es decir, más de una de cada cinco jóvenes de entre 18 y 24 han abandonado los estudios. Esto nos convierte, no ya en una de las regiones con mayor abandono escolar del Estado, sino en una de las regiones de Europa occidental con mayor tasa de abandono escolar prematuro (en la Unión Europea, esta se sitúa en torno al 11%).
Enseñanzas no universitarias
En el caso de la educación no universitaria, estos recortes se han traducido en una falta sistemática de medios año tras año. La ausencia de calefacción en invierno por carencias en el presupuesto es una realidad en la inmensa mayoría de centros educativos públicos de la región, junto a la falta de todo tipo de material necesario en laboratorios y prácticas de Formación Profesional.
En el ámbito de la Formación Profesional, además de estas frecuentes problemáticas materiales nos encontramos con una gran brecha de género. En total, hay 13.218 estudiantes matriculadas en Ciclos Formativos de Grado Superior en enseñanza presencial, de las que 5980 son mujeres (el 45,24%). Esta gran diferencia porcentual puede explicarse por la carga de trabajo reproductivo acumulado por las mujeres jóvenes de clase obrera de nuestraregión, que con mayor frecuencia que los hombres de su misma clase deben renunciar a la enseñanza presencial para afrontar labores de cuidados.
Educación universitaria: la situación de la UCLM
Ya hemos analizado en múltiples ocasiones los conflictos derivados de los recortes en la universidad de nuestra región durante la pasada crisis económica. Esta situación hizo que sus medios materiales fueran mucho más escasos que de costumbre, haciendo de la UCLM una de las universidades más precarias de todo el Estado según los rankings que salen año tras año.
Son de sobra conocidos las dinámicas oscurantistas, caciquiles y antidemocráticas que han caracterizado a la UCLM durante los últimos años, que han sido achacadas al Rectorado de esta, encabezado hasta ahora por Miguel Ángel Collado, quien se ha dedicado a promover su imagen y a ser un fiel colaborador de Cospedal en el proceso de privatización y empobrecimiento de la enseñanza pública. Así, llegamos en 2017 al indignante recorte de 20 millones de euros en el presupuesto de la universidad.
Sin embargo, tras las últimas elecciones, que tuvieron lugar a finales de 2020, en las que se eligió a Julián Garde como nuevo Rector con un inmenso apoyo estudiantil, no se ha observado un cambio de rumbo significativo. La falta de información respecto a todo sigue presente y no hay una mayor democratización de la universidad. Ello se ciñe perfectamente a los análisis que habíamos desarrolladoantes de las elecciones: ningún cambio de Rector va a hacer cambiar las dinámicas de la UCLM sin autoorganización estudiantil y lucha sindical de base.
Precisamente por el oscurantismo y la falta de información nos es más difícil desarrollar un análisis equivalente al que hemos podido producir con las enseñanzas no universitarias, aunque la realidad la tenemos clara: la tendencia es a expulsar a las estudiantes de extracción obrera y popular de la UCLM mientras la burguesía accede sin problemas a esta.
Toda esta situación de la región nos conduce a un panorama en el que las estudiantes castellanomanchegas se ven abocadas con frecuencia a la emigración a otros lugares del Estado para desarrollar sus estudios si su situación socioeconómica se lo permite. De esta forma, cada año nos encontramos con un exilio masivo de estudiantes que terminan Bachillerato y huyen de la precariedad de la región en busca de oportunidades en el estudio que no se ofrecen en Castilla-La Mancha.
La burguesía opta por matricular a sus hijos en centros privados-concertados durante la enseñanza obligatoria y Bachillerato y mandarlos a estudiar fuera ante la falta de medios generalizada, mientras la clase obrera se ve condenada al fracaso escolar y a la precariedad en el ámbito educativo.
Las instituciones no solo se han mostrado completamente ineficaces a la hora de luchar contra la situación de pobreza de la educación, sino que la han auspiciado y han sido cómplices de ella, usándola para hacer negocio y beneficiar a la Iglesia católica.
Queda visto que la única forma de revertir esta situación es mediante la organización del estudiantado y la lucha sindical de base y de macros. No hay modelo educativo popular que quepa en la coyuntura actual de Castilla-La Mancha; no hay más salida que organizarnos y luchar por otro sistema en el que podamos desarrollar una enseñanza por y para la clase trabajadora.